C3 – Historia del Arte a través de las Mujeres: Berthe Morisot

Esta semana nos acercamos al ámbito personal de esta gran artista que como tantas mujeres, estuvo desconsiderada durante varios años.

Nació en Bourges, muy cerca de Paris en 1841, en un ámbito de una familia acomodada, donde su padre era banquero. Eso, sumado a la abertura mental de sus padres dispuestos a brindarle libertad de acción a la hora de escoger su camino, la llevó a convertiste en una gran artista en contra de la opinion de algunos hombres que a su alrededor se resistían.

Fiel representante de la corriente impresionista, debemos de tener presente que sin su actuación difícilmente sus compañeros hubieran logrado la notoriedad que gozan hoy día formando parte de los artistas mas demandados en el mercado artístico.

En virtud de su gracia, su simpatía, educación y posición social, brindó su vida a promover a estos artistas que fueron tan incomprendidos en su época. A modo de las “madames” parisinas y vedada de participar en las tertulias del Café Guerbois, ámbito artístico de moda de la época, recibía una vez por semana en su casa para discutir temas de índole cultural y artístico. Dentro de sus invitados donde asistiían artistas y escritores, se encontraban Edouard Manet, Edgar Degas, Camille Pisarro y Stéphane Mallarmé entre otros.

Producto de su belleza, gracia y sagacidad, enamoró a mucho de los hombres que la rodeaban incluyendo a Manet quien le presentó a su hermano Eugene para mantenerle cerca ya que él ya estaba casado.

Dos personas fueron vitales en el desarrollo y reconocimiento de los impresionistas: el galerista Paul Durand-Ruel (1831-1922) a quien ya hemos abordado en otra nota y Berthe Morisot. Sin ellos hoy estaríamos hablando de otra cosa, tal vez de los “macchiaolli” italianos que han quedado tan denostados en la historia del arte.

Hay que reconocer que sin la audacia de Durand-Ruel que llevó la obra impresionista a Estados Unidos, los franceses, los parisinos precisamente, nunca hubieran valorado y aceptado la obra de “estos locos”. Solo después del éxito comercial logrado en New York, los críticos franceses prestaron atención a este grupo de artistas. Dentro de sus representados Durand-Ruel tenía a ocho impresionistas entre los cuales se encontraba Berthe Morisot, así como también a Edouard Manet que si bien era cercano al grupo no formaba parte de ellos.

Mas allá de la exquisita factura de Morisot, pausada al mismo tiempo que enérgica, debemos de reconocerla como la gran impulsora del movimiento. Sin su actuación la historia hubiera sido muy distinta a pesar de que no se la ha rendido el homenaje acorde.

Falleció de congestión pulmonar en Paris en 1895 a la temprana edad de 54 años y sus restos descansan en la misma tumba donde se encuentran su esposo y su cuñado.

No forma parte de los libros de historia del arte y recién en 2019 el Museo D’Orsay realizó una retrospectiva con su obra compuesta por 75 cuadros, varios de ellos provenientes de colecciones americanas que nunca habían sido expuestos en Paris.

Esta muestra tuvo como antesala otra realizada en el Museo Thyssen Bornemisza, donde se le rindió homenaje con 30 de sus obras acompañadas por 10 pinturas de impresionistas que forman parte del acervo del museo.


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