Montevideo, Uruguay.
José Gómez Rifas (Montevideo, 1944) es un artista con una minuciosa mirada que presta atención a detalles que a muchos se nos pasan desapercibidos, característica que se aplica en todo su quehacer.
Es una persona analítica y consecuente en su forma de analizar los temas que conciernen su vida así como sus exposiciones artísticas.
En 1965 obtuvo el título de Maestro de Educación Primaria, aspecto muy relevante y constante que se percibe a la hora de expresarse artísticamente. Con posterioridad se formó durante un par de años en la Escuela de Bellas Artes de Montevideo.
Ha divido su vida entre la educación en el arte para chicos en un colegio privado y su formación artística que lo ha llevado a exponer desde 1969.
Gómez Rifas es una persona muy pausada, meditativa que se toma su tiempo para reflexionar antes de expresarse.
Actualmente está llevando a cabo una exposición individual en el espacio que ocupa la cafetería del Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) que dirige Facundo de Almeida.
Para esta ocasión Gómez Rifas creó una composición de obras basadas en cerámicas provenientes de diferentes construcciones.
La muestra es el resultado de reparar en algunos pisos que componen varios edificios como el sendero central de la Iglesia de San Carlos Borromeo (1854) de Maldonado, el Hotel Biarritz (1907) de Punta del Este, el MAPI que fuera previamente el Establecimiento Médico hidro-termo – terapéutico (1883), así como las baldosas de los suelos de la casa que hoy ocupa el Centro Cultural TRIBU la que fuera una casa de familia, todos ellos combinados con restos de baldosas encontradas en Montevideo, Colonia del Sacramento y Punta del Este.
Gómez Rifas elabora sus piezas con una minuciosa dedicación que solo pueden ser asimilados a partir de una atenta mirada.
El artista conmina al espectador a ir descubriendo detalles que a simple vista parecen una cosa y que luego se nos van descubriendo con otros matices de detalles que denotan otro mensaje.
Los pisos generalmente son lo que menos prestamos atención a la hora de asimilar la arquitectura ya sea edilicia o urbanística. No solo que no los miramos con el mismo interés que prestamos a paredes y accesorios que componen un edificio, sino que por el contrario nos valemos de ellos para acceder, para avanzar pisándolos con desidia, si que quiere.
Producto de un detallado y minucioso trabajo histórico, como siempre lleva a cabo previa presentación de sus trabajos, antes de plasmar estas obras Gómez Rifas hizo un análisis de cada lugar considerando los arquitectos, los habitantes de los lugares en cuestión revelando particularidades de cada cada uno como el caso de la vida de Emilio Reus (Madrid, 1858-1891), quien vivió sus últimos años de su corta vida en Montevideo.
De esta manera y buscando la notoriedad visual a partir de la altura indicada acorde a nuestra mirada horizontal, Gómez Rifas plasma sus obras a partir de calcos de diversos pisos que luego pinta a mano de tal forma, y sin ánimo de confundir al espectador, que luego coloca en rectángulos a modo de lienzos artísticos.
En algunos casos se vale de fotografías que interviene con pequeños bordados siguiendo la composición original de las cerámicas.
Asimismo y con el fin de establecer un viso de respeto que denote también el paso del tiempo u otro tenor que el espectador pudiera encontrar, el artista ha revestido algunas piezas con tules apenas imperceptibles a distancia media.
En algunos casos debajo de esos tules acompaña sus obras con elementos que comúnmente forman parte del trajín cotidiano como sobres de azúcar vacíos, trozos de servilletas, cajas de cigarro, o billetes que muchas veces en las cafeterías van a parar al suelo.
En otras piezas ha representado el piso de parquet de la propia sala de exposición, piezas que ha llevado a la pared buscando justamente desafiar al visitante que pocas veces repara por donde camina.
Gómez Rifas fue presidente del CETU (Centro Uruguayo de Arte Textil) y su perfil proveniente del ámbito textil está presente en sus obras siempre a partir de su trabajo manual donde la puntada acompaña en forma constante sus piezas.
Unido a su permanente manualidad, ha acompañado esta muestra con objetos con perfil también arqueológicos, también antropológicos, todos hechos por sus propias manos buscando sensibilizar al espectador a la vez que buscando crear el ámbito acorde a su propuesta de tenor intimista.
Por otro lado, los elementos que propiciaron su análisis como libros, ensayos, recortes de periódicos, detalles de cada caso, estampitas en en caso de la iglesia de Maldonado, también forman parte de los objetos que plasma en su muestra en vitrinas de cristal.
Dentro del entorno artístico contemporáneo donde algunas veces vemos obras con poco pienso creadas con eufemismo y voracidad de ciertos hechos o circunstancias, visitar la obra de José Gómez Rifas, nos permite acceder a otro entorno mucho mas reflexivo el cual nos permite un vínculo con otra índole dentro del arte sostenido en reflexiones analíticas que nos llevan a transitar por otra dimensión, tan pausada como enriquecedora.
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