En museología Portugal, desde mediados del siglo XX, se ha ocupado de trabajar en forma ordenada, sistemática y por encima de todo, con carácter creativo destacándose a nivel internacional.
No en vano, nuestro mas ilustre crítico de arte, Nelson Di Maggio, optó por residir allí, ampliando su formación, instancias que le dieron la oportunidad de relacionarse con las mas destacadas personalidades del arte de su época a nivel europeo.
En todas las exposiciones universales, los artistas portugueses se destacan por su rigor y creatividad, ubicándose por encima del resto de los artistas. Cuando visitamos la Bienal de Venecia, por ejemplo, el pabellón de Portugal es uno de los mas demandados y atractivos, mismo ocupando espacios fuera de circuito, pues el país no posee pabellón propio.
En esta edición pasada de 2022, la directora Cecilia Alemani, con gran acierto, seleccionó la obras de Paula Rego, fallecida recientemente para el pabellón central.
Continuando dentro de esta línea de trabajo creativo, y atentos a la difusión de sus artistas, en 2008 se inauguró el Centro de Arte Contemporáneo Graça Morais (CACGM), ubicado en la ciudad de Bragança.
La dinámica de este centro, hablar de museo estaría errado, es la de promover programas de exposiciones temporales de artistas destacados tanto a nivel nacional como internacional, dando a conocer y propiciando el conocimiento del arte contemporáneo.
Este constante ahínco es lo que anima y fomenta las permanentes iniciativas de los artistas portugueses, quienes no cesan en su formación profesional ayudados por este tipo de centros de arte que ofrecen programas de capacitación.
El CACGM ocupa tres edificios claramente diferenciados entre sí.
Por un lado, se encuentra una casa señorial, uno de las mejores ejemplos de arquitectura palaciega del siglo XVIII.
Anexada a la misma se refaccionó su jardín, para convertirlo en salas de exhibición, manteniendo una zona ajardinada y por último, un nuevo cuerpo diseñado desde cero, por el arquitecto Eduardo Souto de Moura que se comenzó en octubre de 2004 y se prolongó hasta junio del 2008 fecha de su apertura al público.
El primer edificio, llamado Solar dos Vargas, ubicado en el corazón del centro histórico de Bragança, perteneció a la familia Vargas, compuesta por personalidades ilustres de la ciudad, algunos de los cuales que ocuparon relevantes cargos políticos
Su último morador fue el Dr. Diogo Albino de Sá Vargas, quien en octubre de 1936, donó su patrimonio familiar, compuesto también por una gran biblioteca, una colección de artículos de plata y muebles antiguos, a diversas instituciones de Bragança.
La casa fue donada a la Santa Casa de Misericordia de Bragança, habiendo sido sometida a algunos cambios estructurales para adecuarla a la logística del lugar.
Con posterioridad, el Solar dos Vargas fue vendido al Banco de Portugal, quienes se ocuparon de recuperar los diseños originales de la fachada.
Una vez que el edificio fue destinado a convertirse en un centro de arte, fue sometido nuevamente a cambios estructurales tanto en su interior como en su cubierta para devolverle una vez más, el aspecto de un antiguo solar, recuperando su forma original.
El edificio cuenta con una recepción, librería, cafetería, todo ubicado en planta baja.
Por su lado, la planta alta fue dividida en siete espacios donde se alberga la colección permanente de la artista Graça Morais, la cual es rotada en forma periódica.
El nuevo edificio anexado, fue realizado a partir de una estructura metálica revestida con aislamiento térmico, con revestimiento de zinc, contrastando con la casa colonial realzando el centro en su conjunto.
Eduardo Souto de Moura, nació en Oporto en 1952. Su carrera profesional se destaca a nivel internacional habiendo sido el ganador del premio Pritzker 2011, máximo galardón en el ámbito arquitectónico, a la par de lo que podría ser el Nobel de la arquitectura, para tener una idea de su importancia.
Se formó junto a Álvaro Siza y Fernando Távora, también destacados arquitectos.
Groso modo podríamos hacer referencia a la hora de hacer referencia a las obras de Souto de Moura, como un arquitecto muy comprometido con el contexto natural donde construye.
Su exquisita sensibilidad, sumado al gran respeto que predispone a la hora de construir, lo llevan a una severa selección de materiales locales usados para no distorsionar con el entorno. Es un amante de los espacios naturales creando patios interiores que oxigenan sus casas.
Cabe destacar que cuando estudió escultura en el Escuela de Bellas Artes de Oporto, tuvo oportunidad de relacionarse con el artista estadounidense más destacado dentro del minimalismo, Donald Judd (Misuri 1928-1994), quien le generó una gran influencia en sus obras.
Dentro de las construcciones del arquitecto, podríamos nombrar, el Mercado Municipal de Braga, (1984), el Metro de Oporto con su Estación de Casa do Música, (1997-2004), el Estadio Municipal de Braga construido entre 2010 y 2011 y fundamentalmente la Casa das Histórias Paula Rego de 2008, construcción llamativa compuesta por dos estructuras piramidales en hormigón rojo.
Visitar y recorrer sus obras, al igual que las de su mentor Álvaro Siza, implican un viaje especial.
Por su lado, la artista promotora del centro, Maria da Graça de Almeida Morais, es oriunda de Freixiel, Vila Flor. Nació en 1948 y es una de las pintoras más destacadas de Portugal.
Descubrió su amor hacia el arte a sus 9 años, cuando recibió de su padre, una caja de colores como obsequio, momento en que residían en Mozambique.
Se formó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Oporto y una beca ganada por la Fundacion Gulbenkian, la llevó a vivir a París, donde completó su formación profesional.
En 1983 representó a Portugal en la 17 Bienal de Sao Paulo.
Ha expuesto en varias ciudades del mundo incluyendo San Pablo, donde su obra fue acogida en el Museo de Arte Moderno en 1984 y luego también en el Moderno de Rio de Janeiro al año siguiente.
Su compromiso con el arte está relacionado con la duras condiciones infrahumanas en que vive parte de la población mundial, lo que ha tenido oportunidad de apreciar en sus viajes por África, usando sus obras de modo denunciativo.
“Mi pintura es la gran lucha que tengo en este mundo, también como persona, como ciudadano”, afirmó en una entrevista.
Ha creado escenografías para obras de teatro, así como ha ilustrado obras de escritores y poetas portugueses, entre los cuales se encuentra José Saramago.
En 2008 le fue otorgado el Premio Vasco Graça Moura, producto del interés prestado a personas con dificultades de vida. Una distinción como ciudadano cultural, a raíz de mas de 50 años de trayectoria destacando su constante participación activa en la defensa de los mas necesitados.
La creación del museo que lleva su nombre, en 2008 es el mayor halago que podría haber recibido.
En forma reciente recibió una nueva distinción como la “Personalidad del Norte 2022”, también a partir de su compromiso con el medio.
Una pintora, un arquitecto y una sala de arte que denotan claramente el compromiso de Portugal para con sus artistas que invitan a ser conocidos.




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