Rashid Johnson

Rashid Johnson transforma el Guggenheim en un gran invernadero de arte reflexionando a partir de la transformación del museo en un altar y del arte en un acto político.

En esta nota los invito a analizar el arte negro hoy día en Estados Unidos, sumada a la nota publicada anteriormente de Amy Sherald en su muestra en el Museo Whitney.

Dentro de las propuestas de muestras individuales en los museos de New York se encuentra la dedicada a Rashid Johnson que se está llevando a cabo en el Guggenheim e ira hasta el 18 de enero del 2026.

Las salas expositivas de este museo son muy particulares en virtud de su gran rampa espiral la cual es mas fácil recorrer desde arriba hacia abajo que en sentido inverso, para evitar un mayor esfuerzo físico.

En mi caso, opté por tomar el ascensor y luego de un cafecito con un brownie, encaré el recorrido.

Rashid Johnson es un artista estadounidense conocido por sus obras que exploran temas de identidad, raza y clase social, a menudo utilizando objetos cotidianos y referencias culturales.

Este artista afrodescendiente forma parte de la plantilla de los representados por la galería suiza Hauser & Wirth, como ya lo comentamos en la nota anterior, quienes en 2012 le llevaron a cabo una muestra individual en su local del Upper East Side de New York .

La obra de Johnson no es atractiva visualmente pues la misma hace foco en análisis filosóficos, donde el artistas prioriza mas el contenido conceptual que la estética, por cierto muy particular, la que no es para todos los gustos. Sin embargo, luego de conocer su postura así como la formación de Johnson, acabamos estableciendo un vínculo con su obra mas comprensible y amigable.

Para ello cabe saber sobre la carrera de este fotógrafo quien a la hora de exponer abarca varios soportes trabajando siempre dentro de una propuesta conceptual denominada post-black, término que veremos mas adelante.

Para abordar sus trabajos se vale de la historia del arte considerando las complejas identidades tanto individuales como grupales, las que combina con experiencias personales de vida, literatura, filosofía, música, todo siempre desde un punto de vista analítico y por cierto muy crítico.

Mas allá de sus soportes que lo ubican como fotógrafo o escultor, debido a sus trabajo usualmente le llaman el “artista-mago”.

Toda su impronta lo conduce a utilizar una amplia variedad de soportes como escultura, pintura, dibujo, instalación y también el cine el cual abordó a partir de su debut como director en el film “Native Son” estrenado en el Festival de Cine de Sundance en 2019.

Rashid Johnson nació en Chicago en 1977 dentro del seno de una familia negra de clase media.

Su madre es una académica dedicada a la historia africana y afroamericana quien le brindó una formación sólida en valores con el atenuante de que sus padres se divorciaron cuando él tenía dos añitos.

De chico se crió en las calles de Chicago influenciado por el hip hop y bajo el influjo de la televisor de entretenimiento negro.

Decidido por el arte se licenció en el 2000 en Fotografía en el Columbia College, carrera que luego complementó con una maestría en el  Art Institute of Chicago, momento en el cual se dedicó a explorar elementos relacionado a la identidad racial en su país.

Antes de acabar su carrera en Columbia ya había llevado a cabo una muestra individual la que le facilitó el ingreso al ámbito artístico ganando notoriedad y reputación dentro de la disciplina artística.

Su trabajo era llevado a cabo a partir de inusuales procesos de impresión fotográficos que utilizaba, entre los cuales recurría a uno usado en el siglo XIX llamado Marrón Van Dyke.

Este proceso consiste en utilizar un pigmento orgánico transparente combinando citrato férrico y nitrato de plata sumado a la exposición de luz solar, buscando la manera de sensibilizar el papel para lograr los tonos amarronados que utilizaba Anton Van Dyck.

Fue este formato el facilitador de sus análisis de naturaleza histórica y contemporánea de la fotografía que utilizó para aproximarse a temas inherentes al pueblo afrodescendiente dentro de los Estados Unidos.

¿Donde radica el valor artístico de la obra de Rashid Johnson?

A pesar de que fue criado dentro de un ámbito donde el ser negro no le implicaba un problema, su afán artístico dentro del arte conceptual le llevó al análisis de ciertas temáticas vinculadas con su comunidad facilitándole una mayor interacción con su gente.

Johnson es un mediador de la cultura popular negra, aspecto que logra con cierta facilidad a partir de sus narrativas artísticas.

Con sus propuestas el artista desmonta el canon blanco desde el templo del arte moderno entre el hip hop y Hegel.

Luego de que sus padres se divorciaran, su madre volvió a contraer matrimonio con un hombre de ascendencia nigeriana quien influyó mucho en su orgullosa postura del ser negro.

El detonante dentro de su carrera fue una muestra que realizó al año de haber acabado su carrera cuando formó parte de una muestra colectiva titulada Freestyle donde participaron 28 artistas bajo la curadoría de Thelma Golden.

La muestra se llevó a cabo en Harlem en el Studio Museum en 2001, donde Johnson con su obra incursionó dentro del llamado “post-black art” o arte pos-negro, donde las obras de artistas afroamericanos son creadas compartiendo la identidad negra alejándose de ciertas representaciones estereotipadas y las expectativas tradicionales asociadas a la “experiencia negra”.

A partir de ese momento su carrera fue un in crescendo con muestras que cada nueva superaba en contundencia a la anterior.

En sus trabajos Johnson explora su pasado e identidad, donde considera la ansiedad tanto personal como colectiva, la interioridad así como aspectos apenas perceptibles en estado de transición, lo que engloba en un contexto mas amplio dentro de la colectividad afroamericana.

Johnson evita las dificultades de la gente negra

La muestra titulada “Rashid Johnson: Un poema para pensadores profundos”, está compuesta por 90 obras pertenecientes a diversos soportes donde figuran algunos espejos con textos alusivos a ciertas temáticas que apuntan a lograr una efectividad inmediata buscando una reflexión en el hipnótico espectador cuando las enfrenta.

Esta modalidad nos lleva a relacionarlo con las obras de la también artista conceptual estadounidense Jenny Holzer (1950).

A la hora de crear sus piezas, Johnson echa mano a una amplia variedad de elementos como pinturas con jabón negro, aerosoles, donde tampoco falta la manteca de karité africana, sustancia curativa y limpiadora de malos espíritus, combinación de materiales que nos recuerdan asimismo a los trabajos de varios artistas brasileños influenciados por los Orixás, deidades del Candomblé y de la Umbanda, ambas religiones afrobrasileñas.

Un poema para pensadores profundos: la gran muestra de Rashid Johnson  

En las obras de Johnson es común que integre aspectos de su vida privada.

Dentro de esta muestra se presenta un video en el cual participan su padre Jimmie y su hijo Julius, dentro de un hilo que conduce a considerar el orgullo dentro de la raza y la importancia de la tradición negra.

En el video titulado “Sanguine” (rojo sangre) de 2024, aparecen los tres personajes en distintas instancias incluyendo una donde cada uno lleva en sus rostros máscaras africanas, acabando con los tres desplazándose por una playa a la puesta del sol, acabando la historia con imágenes que aluden a una familia que camina orgullosa, en paz y hacia adelante.

Dentro de las obras de Johnson suele utilizar en forma frecuente grandes estanterías colmadas de diversos elementos.

Presente y con gran protagonismo en esta muestra ubicada en el ultimo piso, así como en la cafetería del Museo Whitney, se encuentran estas estanterías.

En ellas el artista construye un relato de tenor personal donde a partir de ciertos elementos crea un discurso personal.

Para ello se vale de libros de sociología, otros de tenor activista y algunos mas sobre derechos civiles, así como portadas de discos, radios y plantas naturales, los cuales le permiten crear una narrativa acorde a su propuesta.

Donde crecen las ideas el Guggenheim florece con Johnson con su afrofuturismo botánico

Mientras recorremos la obra a través de la rampa circular del Guggenheim, encontramos que esta muestra alude a aspectos de sanación así como al respeto necesario entre poblaciones de diferentes  procedencias, en este caso los afrodescendientes que aun continuan batallando para ser respetados sin distinción del color de pieles.

Algunas de su sobras están compuestas por mosaicos, composiciones hechas con azulejos rotos que seguramente le inspiró Jack Whitten (1939-2018) quien está exponiendo forma concomitante en el MoMA.

Tampoco faltan las pinturas realizadas con óleo sobre lienzo, sumado a las pintadas con aerosol en las cuales plasma palabras conformando frases que nos invitan a la reflexión como “ Mantente Negro y Muere” o simplemente una palabra como “Corre”, o “Tierra Prometida” todas cargadas de un gran simbolismo.

Raíces y resistencias: el arte vivo en espiral entre plantas, espejos y poesía negra a través de la visión radical de Johnson

La escultura está representada con grandes piezas de ensamblaje apoyadas sobres los muros laterales del museo, las que hacen alusión al entretenimiento doméstico y a altares de tenor espiritual.

En varios casos Johnson cita a escritores que a su criterio son referenciales como base de sus obras. A partir de la inspiración de esos textos construye una narrativa mas compleja mediante la yuxtaposición de las fuentes.

Esta muestra ha sido curada por la subdirectora del Guggenheim Naomi Beckwith (1976) perteneciente también a la colectividad negra de los Estados Unidos, el matrimonio de Jennifer y David Stockman, contando asimismo con la participación de la curadora principal del Museo de Arte Moderno de Fort Worth de Texas, Andrea Karnes.

Johnson en sintonía con Frank Lloyd Wright ha convertido el Guggenheim en un gran invernadero lleno de plantas

Beckwith comentó oportunamente que “La particular intervención de Rashid Johnson refleja maravillosamente el deseo de Frank Lloyd Wright de tener siempre plantas vivas en el edificio. Al igual que Wright, Rashid cree que un museo es una entidad viva que respira y que puede albergar vivacidad y vida, no solo objetos inmóviles”.

Si bien la muestra no sigue un orden cronológico, las piezas mas recientes ocupan las rampas mas altas del museo.

En cada muestra que lleva a cabo Johnson aborda una temática diferente dentro de su discurso racial.

La muestra se ha ido complementado con actividades en paralelo con la participación de músicos quienes tocan el piano ubicado en la rampa superior el cual forma parte de la muestra. 

La propuesta también se complementa destinando un espacio para instancias de lecturas de poesía relacionadas con la temática global de Johnson.

Rashid Johnson ha participado de muestras en el Arte Institute of Chicago, Museo Whitney, Instituto de Artes en Detroit, Museo Brooklyn, entre otros.

En 2016 fue nombrado miembro del consejo directivo del Guggenheim, cargo que renunció para poder exponer allí.

Luego de acabar su maestría en Chicago se mudó a New York radicándose en el Lower East Side. También se desempeña como profesor en el Pratt Institute.

En 2011 formó parte de los seis finalistas del Premio Hugo Boss que promueve el Museo Guggenheim.

La lista de exposiciones y reconocimiento internacionales es larga. 

A Johnson no le han faltado las críticas detractoras a lo largo de su carrera como la proveniente de Alan Artner del Chicago Tribune.

Artner se refirió en particular a un video de la exposición “Fool’s Paradise”  presentado en el Art Institute of Chicago, en el cual según el critico trata de una combinación de  gospel y beat boxing (forma de percusión vocal), que no dice nada que valga la pena decir de la raza.  A partir de su nota tildó el video de vacío por carecer de profundidad y falta de un análisis significativo sobre la raza negra.

Pero amén de su opinión, hubieraon otros críticos de Chicago que elogiaron sus trabajos ubicándolo dentro de un artista con una mirada actual y relevante acorde a los tiempos presentes.

Su obra no es seductora, pero importa dando cabida a un arte que incomoda y genera reflexiones

Si bien su obra no es de fácil asimilación, tampoco atractiva, es admirable la postura de Johnson donde a partir de la sagacidad da cabida a una reflexión necesaria y oportuna a la hora de considerar otras posturas fuera del llamado arte «mayor» o tradicional, el que desde hace no mucho tiempo había excluido y marginado las expresiones artísticas de los grupos minoritarios. 

Estados Unidos se está abocando a revocar esos errores y esta muestra asi como varias otras son reflejo de ello.


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