Beacon, New York.
Un viaje al corazón del arte minimalista
Dia Beacon, el templo del arte contemporáneo a orillas del Hudson.
Desde Manhattan a otro mundo: crónica de una visita que vale la pena.
Llegar a Dia Beacon requiere al menos una mañana, tiempo que generalmente no disponemos en nuestros viajes cortos a New York donde las propuestas en Manhattan nos demanda la mayor atención y cantidad de tiempo que dispensamos a la hora de visitar la isla.
De todas formas el esfuerzo tiene su recompensa.
Dia Beacon está ubicada a 100 km de Manhattan en el estado de Nueva York en la ciudad de la cual lleva su nombre. El tren desde Grand Central Terminal nos lleva hasta Beacon en 80 minutos viaje y desde la estación son 5 minutos a pie hasta el museo.
Es un paseo que nos lo debemos de tomar como un distendido viaje apreciando el largo rio Hudson, así como la vegetación de la zona bien diferente al paisaje urbanístico neoyorkino.
Del silencio al acero: una visita a Dia Beacon, el museo que lo facilita todo
Dia Beacon es un museo concebido especialmente para albergar obras de gran formato de algunas de las obras de artistas de las décadas de 1960 y 1970 que forman parte del acervo de esta colección entre los cuales podemos citar a Joseph Beuys, Dan Flavin, Donald Judd, Agnes Martin, Richard Serrca, Cy Twombly y Andy Warhol, Sol LeWitt, On Kawara, entre otros.
Para ello la Fundación de Arte Dia adquirió en Hudson Valley una fábrica que había sido construida en 1929 y con la participación de algunos de los artistas el espacio fue remodelado para lograr el fin propuesto, por lo cual cada galería fue diseñada específicamente para las obras que alberga en un espacio que totaliza 22.000 metros cuadrados.
El edificio que originalmente fue construido como planta de fabricación e impresión de cajas de Nabisco, fue renovada siguiendo el proyecto del artista Robert Irwin junto con los aportes del los arquitectos Alan Koch, Lyn Rice, Galia Solomonoff y Linda Taalman quienes lograron adaptarlo a los requerimientos de cada propuesta.
Difícilmente podemos encontrar espacios expositivos como estos donde las obras se puedan apreciar con tanta efectividad.
Las galerías llevan el nombre de Leonard Riggio (New York, 1941-2024), quien fuera el mayor accionista de la librería Barnes & Noble y su segunda esposa Louise, importantes benefactores del centro.
Desde el momento en que ponemos un pie en Dia Beacon logramos un contacto directo con las propuestas las cuales nos reciben a modo de santuario y el efecto es inmediato.
Obras gigantes, silencio absoluto y González-Torres como nunca lo viste
La primera sala alberga la instalación del cubano Félix González-Torres (1957-1996) llamada Untitled (Loverboy),1998, ubicada dentro de un espacio sumamente generoso en dimensiones donde solamente está intervenido por enormes cortinas de tela que arrastran por el piso colgadas sobre los ventanales, los que fueran diseñados por Robert Irwin.
Esta obra de carácter tan sutil alude a un estado de melancolía y fundamentalmente de vulnerabilidad donde se percibe una gran pérdida de el que fue, de quien ya no está.
Las cortinas tan voluptuosas a la vez que ligeras evocan a través de sus ondulaciones una poesía que alude a las relaciones entre lo público y lo privado, entre lo personal y lo social, lo que sumado al tenue color azulado nos conducen a otro estado.
Con ellas el artista divide los espacios entre los internos y los de fuera, entre la vida y la muerte, lo que junto al ensordecedor silencio nos conduce a salas de hospitales.
González-Torres recurría asiduamente al color azul claro para hacer alusión a los recuerdos.
A través de este tipo de elementos tan comunes compuestos por materiales difusos el artista buscaba escenificar las relaciones entre los seres humanos, entre las parejas fundamentalmente, donde no faltaban rasgos de la alegría de amar a la vez del temor hacia la pérdida.
No debe de haber muchas mas posibilidades en el mundo de ser tan Félix González-Torres o el artista que exponga allí como en estas salas.
De esta manera y a través de la sutileza que caracterizaba sus obras, como prácticamente nadie lo ha vuelto a realizar, el artista quien falleció siendo muy joven (39) a raíz de haber contrario el VIH, nos invita a ingresar en punta de pie a un espacio muy íntimo y personal en forma de espía como a él le gustaba referirse.
A partir de esa soberbia sala de ingreso, el espectador totalmente anonadado, logra el vínculo acorde para asimilar estas obras de arte contemporáneo que se irán distribuyendo a lo largo de todo el museo.
Un aspecto no menor en el cual reparé con ahínco es la calidad de atención de los funcionarios quienes están en cada sala a disposición del visitante. Nunca me había ocurrido de mantener charlas tan ricas a la vez que en complicidad espiritual con estos muchachos quienes me brindaron tiempo y conocimiento, lo que no es común en los museos. Me costaba dejar de conversar con ellos en cada caso quienes me hicieron sentir en su casa como un único visitante.
Paisajes del alma, del Hudson a las salas infinitas de Dia Beacon
La sala destinada a pinturas de Andy Warhol (Pittsburg,1928-1987) no logra la misma simbiosis en virtud del propósito mismo de la obra con características menos conceptuales, no por ello es menos impactante.
Esta obra fue creada entre 1978 y 1979 para ser expuesta en la galería de Heiner Friedrich (co fundador de Dia) ubicada en New York.
Concebida como una sola obra de tenor abstracta, fue creada con serigrafías y pinturas dando vida a una instalación llamada Sombras la cual está compuesta por 102 lienzos todos de igual dimensión haciendo uso de una gama de tonalidades bien distantes de las que solía usar Warhol para sus retratos con colores fluorescentes.
La franco estadounidense Louise Bourgeois (París,1911-2010) tampoco logra mostrar su perfil mas sobresaliente el que lograba en las instalaciones, sin embargo su obra, algunas de ellas colgadas del techo, dignifican las salas donde una versión reducida de sus arañas tejedoras “Maman” es la que mas impacta.
Se trata de obras que evocan diferentes traumas que acompañaron a la artista en su larga vida de casi cien años.
Bourgeois trabajaba dentro del arte a modo de sanación de su vida tan mal afectada. Afirmaba que sin la dedicación hacia el arte hubiera muerto cada día y celebraba cuando volvía a amanecer a la mañana siguiente.
Arte monumental en un espacio transformado y transformador
Donad Judd (Misuri, 1928-1994), destacada figura dentro de la colección tiene una sala destinada a enfocada en las icónicas obras de contrachapado creada en la década de 1970, que ejemplifican la capacidad del artista para producir obras exquisitamente complejas mediante la combinación de geometría esencial y materiales industriales comunes.
Richard Serra (San Francisco, 1938-2024) está presente con varias piezas las cuales forman parte de la colección del museo y ocupan diferentes espacios del edificio.
Sus obras son sinónimo de curvatura y equilibrio, o podríamos decir falta de equilibrio, pues sus piezas logran desestabilizarnos a partir de una búsqueda de reacción entre la materia y el espacio.
*Scater Piece, 1967, exhibida a lo largo de cinco galerías, está compuesta por látex de caucho, varillas de metal y alambre recubierto de caucho.
La misma forma parte de una etapa muy particular cuando el escultor vira hacia un método mas procesal donde el material es el gran determinante de la forma de la pieza.
Para crear estas pieza el escultor vertió caucho en capas para formas tiras de goma que luego distribuyó aleatoriamente por la galería.
Entre 1967 y 1968, Serra utilizó una lista de verbos transitivos, que aplicó a materiales nuevos e innovadores para crear estas esculturas.
Por su lado *Unión del toro y la esfera de 2001 es el resultado de la confrontación de dos placas de acero con sus lados curvados en direcciones aparentemente opuestas.
Las piezas de Serra invitan a recorrerlas dejándose abrazar por sus movimientos curvados que nos desestabilizan y que parece nos llevaran hacia un remolino que nos hará suyos.
La tercera llamada *Consequence fue creada especialmente para dicho espacio en 2003 aspecto que caracteriza sus esculturas las que debido a su tanino requieren previenen considerar el lugar que ocuparán, como fue el caso del Guggenheim de Bilbao donde fueron colocadas antes que las paredes del edificio.
*Elevational Wedge (2001) es otro ejemplo de relación entre el movimiento, la materia y el espacio, inquietudes centrales en sus obras de la década de los 90 y principios de la década de 2000.
Se trata de una rampa que inclina sutilmente el suelo de la galería, que nos conduce hasta su monumental serie Elipses Torcionadas. Forman parte de la investigación de Serra sobre la experiencia corpórea de la percepción redefiniendo de forma similar la relación del objeto con el suelo al contrarrestar la suave pendiente del piso de la galería con un plano horizontal.
*Elipses torcioandas, son cuatro obras creadas en acero en 1996.
Están inspiradas en las formas curvas de la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane (1646) del arquitecto italiano Francesco Borromini en Roma. A partir de allí, Serra decidió tomar un volumen elíptico y torcerlo para llegar a desarrollar su idea.
Estas grandes instalaciones de placas de acero retorcidas plantean inquietudes sobre la orientación y el movimiento, desestabilizando nuestra experiencia del espacio al intentar comprender cada volumen escultórico
El arte como rito, entre el minimalismo y la espiritualidad contemporánea
La obra de Steve McQueen (Londres, 1969), ganador del Premio Turner 1999, se puede decir que es la mejor propuesta lograda en virtud de las características y la gran espaciosidad de la sala, la cual rinde homenaje al cineasta.
Pocas veces tenemos la posibilidad de lograr establecer un vínculo tan eficaz con las obras como en este caso.
Para albergar su propuesta el artista escogió la planta baja de Dia Beacon donde ubicó Bass creada en 2024, compuesta por luz y sonido ambiental.
Está compuesta por 60 cajas de luz colocadas en el techo que emanan luces cambiantes acompañada por sonidos graves que provienen de diferentes puntos de la sala.
Allí no hay razonamiento que pueda guiarnos, por lo cual dejamos que nuestro espíritu deambule seducido por las luces y los sonidos entre una dimensión y otra.
El nombre que lleva la pieza está basado en Bass (bajo) proveniente del sonido mas grave que se utiliza en música generando sensaciones corpóreas mas que sonidos auditivos.
McQueen utiliza el sonido como un recurso recurrente ese sus obras con el fin de atraer y seducir el espíritu de las personas y en esta ambientación lo logra con creces.
Lo mas impactante que se puede ver cerca de Manhattan, donde el silencio absoluto, la espaciosidad sumado a la luz facilitan una experiencia única
Comentar el resto de las propuestas nos llevaría escribir un manual, razón por la cual hemos escogido solo algunas a modo de ejemplificar el áurea del lugar entre expuestos como Senga Nengudi, Lucas Samaras, Michael Heizer, Roni Horn, Larry Bell, Gerhard Richter, Robert Smithson, Stanley Brouwn, Keith Sonnier, Max Neuhaus, Melvin Edwards, Mary Heilmann, Robert Ryman, Meg Webster, Robert Irwin, Lawrence Weiner, Renée Green, Imi Knoebel, Louise Lawler, Cameron Rowland y los ya nombrados con anterioridad.
Ademas del acervo permanente Dia Beacon ofrece espacio para explosiones temporales.
Conoce la historia de Dia Art Foundation
Dia Art Foundation fue creada en 1974 a instancias del artista Heiner Friedrich (Polonia, 1938), su ex-esposa Philippa de Menil (Houston, 1947) y la historiadora Helen Winkler bajo el propósito de financiar propuestas de artistas que trabajaban con obras de grandes escalas.
Philippa de Menil perteneciente a una familia de petroleros contrajo matrimonio en segundas nupcias con Henier Freidrich y desde ese momento comenzaron a apoyar obras de artistas de su interés contando con millonarios presupuestos provenientes de la petrolera Schlumberger propiedad de Domique de Menil madre de Philippa quien siempre fue una gran mecenas del arte.
De alguna manera, Friedrick quiso crear un sistema de financiación e impulso artístico similar al que oportunamente llevaron cabo los Medici dando vida al Renacimiento.
El nombre Dia sin tilde, proviene del griego que significa “a través” o “conducto” aludiendo al paso de la fundacion que conduciría a un estado futuro incierto.
Comenzaron alejados de la prensa con muy bajo perfil a pesar de las enormes sumas utilizadas para fomentar obras monumentales.
En forma paulatina fueron dando señales de su existencia principalmente en exposiciones temporales en la galeria Friedrich en el Soho neoyorkino, hasta cruzar el océano llegando a Basilea en 1976 donde ubicaron una obra de Dan Flavin en el Museo de Arte de la ciudad y de ahí en mas no han parado.
Durante los primeros años de vida la Fundación Dia invertía en el orden de los 5 millones de dólares al año hasta que en la década de los 80 las acciones de la petrolera se desplomaron en bolsa momento en el cual debieron de reinventarse pues la familia de Philippa le cerraron “la canilla”.
Dia funcionó al principio con préstamos con garantía de acciones de la petrolera pero luego de haber acumulado una deuda de 5 millones de dólares, Philippa convertida al islamismo quien había pasado a llamarse Fariha Fatima al-Jerrahi, debió de hacerse a un lado. En ese momento intervino su madre quien puso al frente de la Fundación a Ashton Hawkins proveniente de la junta directiva del Museo Metropolitano.
A partir de allí varios artistas demandaron a Dia razón por al cual la fundacion comenzó a rematar obras para afrontar sus deudas.
Dia Art Foundation tiene varios locales distribuidos en Estados Unidos y Alemania los que divide en ubicaciones y en sitios.
La ubicaciones incluyen espacios museísticos mientras que los sitios albergan instalaciones permanentes fuera del contexto galerístico las cuales fueron encargadas o adquiridas por Dia.
Están enfocados a instalaciones y proyectos site-especific donde el land art ocupa un lugar protagónico de interés para esta fundacion.
Cabe recordar que Dia fue la pionera en convertir edificios industriales en espacios expositivos para exhibir obras de arte contemporáneo.
Ademas de Dia Chelsea, se encuentran también en New York Dia Chelsea ubicado en la zona de mayor concentración de galerías en Manhattan y Dia Bridgehampton en Long Island, el que fuera inaugurado en 1983 dedicado exclusivamente a obras de Dan Flavin.
Luego existen nueve sitios dispersos entre:
*7000 Oaks de Joseph Beuys, NYC – *Depreciación de Cameron Rowland, Edisto Island, Carolina del Sur – *Spiral Jetty de Robert Smithson, Gran Lago Salado, Rozen Point, Utah – *Túneles solares de Nancy Holt, desierto de la Gran Cuenca, Utah – *El kilómetro roto de Walter de Maria, NYC – *El campo de relámpagos de Walter de Maria, Quemado, Nuevo México – *La Sala de la Tierra de Nueva York de Walter de Maria, NYC – *El kilometro vertical terrestre de Walter de Maria, Kassel, Alemania – *Times Square de Max Neuhaus, NYC
La dirección de Dia Art Foundation hoy día y desde 2015 está en manos de Jessica Morgan (Londres, 1969), proveniente de la Tate Modern donde contribuyó la crecimiento de la colección, así como también fue Directora Artística de la 10.ª Bienal de Gwangju en Corea del Sur en 2014, entre otros trabajos previos que engrosaron su carrera.
Morgan es una mujer que cuenta con un perfil profesional que vale la pena abordar por su impronta y particularidad, lo que la ha llevado a destacarse gozando de gran aprobación en el medio museístico.
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