*Carolina Noguera: Piezas en barro cocido 30 x 12 cm.
Carolina Noguera (Tobatí, 1972, Paraguay) es una de las artesanas mas destacadas de Tobatí.
Es hija de la renombrada ceramista tobateña, doña Mercedes Noguera.
Tomé conocimiento de su obra en un viaje que realicé en agosto del 2008 por diferentes ciudades del Paraguay conociendo la diversidad de las artesanías del país.
Sus ángeles negros estaban casi escondidos exhibidos en una galería en Tobatí. Allí me dijeron que Carolina no sabía leer y que confeccionaba sus angelitos negros para sobrevivir y sacar adelante a sus dos hijas.
Seducido por las piezas y su color no dudé en adquirir un par. Como dice la canción del mexicano Antonio Machin «el pintor no pinta angelitos negros a pesar de que habitan también en el cielo».
Para lograr el color negro Carolina utiliza el efecto logrado con humo al quemar hojas o pasto.
Ello le implica buscar y extraer el ñaiu (barro negro) y el caolín (barro blanco) de las canteras que luego arrima a su casa el cual mezcla para elaborar el material para sus piezas.
Con posterioridad pule el objeto elaborado y luego lo quema logrando el color típico de sus piezas.
Los realizaba para sobrevivir hasta tanto la descubrió esta galería que con posterioridad a mi visita le hicieron una muestra individual y un catalogo que me hicieron llegar.
La muestra consistió en una instalación cubriendo todo el espacio de la galería con decenas de sus angelitos negros.
Imposible no quedar prendado y hasta el día de hoy me acompañan en mi estudio.
Sus hijas Fátima Fabiola y Clara Lucero colaboran con su madre en la elaboración de las piezas de cerámica.
En 2011 participaron en la exposición denominada «3 generaciones» en el Centro Cultural del Lago (CCDL), de Areguá.
Asimismo Carolina participó en la muestra «Grandes potières du Paraguay» en la Galería Jasuka, de París, Francia.
Junto a la artista urbana Beatriz Allen, ganó en el 2011 el Premio a la Innovación, otorgado por el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA).
Sus piezas figuran en la colección permanente del Museo del Barro.
Toda esta información a la cual accedí con posterioridad a mi compra, me llena de orgullo tanto por mi decisión al apoyarla y creer en ella y fundamentalmente pensando en ella y sus hijas quienes han logrado un lugar dentro de las artes paraguayas.




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